21 de octubre de 2014

LOS QUE ESTÁN

Hace tiempo que no escribía algo y es que pocas ganas tenía, pero ahora ya sí. Y es que estoy feliz. Feliz porque por fin me he dado cuenta y he aprendido algo que oí hace algún tiempo. Y es esa frase de que si alguien quiere estar en tu vida hará lo imposible por estar. Y es así, quien merece la pena son los que a pesar de tus fracasos están a tu lado, de hecho son los que no te dejan volver a caer. Son los que saben que no eres perfecto y que un error lo tiene cualquiera y valoran tu compañía más que un error, ya que saben que todos cometemos errores. Son los que te quieren hoy, mañana y en cualquier día del mes, año o siglo. Son los que te dicen lo que hay, lo que quieren y sienten, no los que te ponen pruebas o los que aunque se mueran por hablarte esperan que tú lo hagas. Son los que si tú das, tú recibes; no son los que reciben y dicen que te dan algo que solo ellos ven y tú en un momento de alegría dices que tienen razón. Son los que se despiden cincuenta veces antes de irse. Y son los que ves una cara de felicidad al verte. Sobretodo son quienes no dejan que nadie te haga sentir mal y si alguien lo hace son su enemigo. Nada de falsas promesas, ellos no prometen y si lo hacen es porque es de corazón. Pero lo que más me encanta es que si hacen algo es porque realmente quieren hacerlo y dartelo a ti, porque eres tú y eres importante. Te hacen sentir increíble, fantástico, estupendo y la persona más maravillosa del mundo, y realmente eres afortunado porque están a tu lado. Podemos estar meses sin hablar pero cuando les necesitas están a tu lado todo el rato sin importar nada. Sin duda los que merecen la pena, todos los que están. A veces puedes llegar a pensar que no mereces que estén a tu lado porque no les das tanto como ellos a ti. Tonterías. A mí me ha pasado, he tenido momentos en los que he estado mal y ha habido gente apoyándome y hasta hoy no me he dado cuenta de que estuvieron a mi lado y que yo he estado a su lado. Porque esto es cosa de dos. Por eso cuando un amigo cae y tropieza y piensa que no puede salir aunque no pueda conmigo y con mis lágrimas saco una sonrisa, una tontería y le digo que lo bueno está por llegar y que en cada mal día hay cien cosas buenas. Por eso perdono siempre lo que un amigo haga, porque un error lo tiene hasta el más perfecto y que cuando alguien comete un error un verdadero perdón se ve en los ojos, prefiero la compañía de mil amigos que saben ver su error a uno orgulloso que no pide perdón. Por eso quiero con locura, como hermano sin la misma sangre, como amigo, como sea. Pocas veces digo te quiero pero si te lo he dicho es porque lo siento. Tengo algo bueno o malo, como quieras verlo y es que no quiero a medias, no quiero de un día, ni quiero de un verano, quiero como el marinero quiere al mar y enloquece si se queda en tierra. Por eso nunca me gustan las despedidas, ni hago las cosas para alegrar ni dejo de hacerlas por el que dirán, si hago algo por alguien es porque me sale; es lo que tiene guiarse por corazonadas e impulsos. Y sobretodo, por eso no hago promesas a medias y cumplo siempre. Y queda decir que por todo eso yo también tengo cara de felicidad infinita al verlos porque doy lo que recibo, o por lo menos intento. Infinitas gracias a todos los que están y a los que no, porque nunca se puede pedir todo y porque hacen que pases la página que tienes que pasar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario