7 de enero de 2014

TIEMPO

Muchas veces pensamos que tenemos todo el tiempo del mundo, pero cada segundo que pasa no se recupera. Cierto es que después de cada segundo vienen muchos más segundos detrás, pero cada vez menos. Te sientas en el sofá y empiezas a decir que no pasa nada por cinco minutos mas, no digo que no puedas tener esos cinco minutos más sentado, pero ¿realmente necesitas esos cinco minutos más? cuando en realidad estás tan tirado, tumbado; que casi te puedes fusionar con el sofá. Tampoco estoy diciendo que no tomemos descanso, nunca nuestra vida tiene que ser una continúa huelga a la japonesa. No somos máquinas para trabajar continuamente sin descanso. Yo estoy hablando del hecho de que esperamos al último momento para hacer las cosas. Mañana hago el trabajo, si aún tengo tiempo o en un rato me pongo son frases que nos repetimos una y otra vez. Frases que sabemos que no vamos a cumplir, cuando llegue mañana intentaras retrasar para hacer el trabajo, tampoco tienes tanto tiempo porque la mitad lo desperdicias y en un rato no te vas a poner porque querrás hacer otra cosa. Es en la sociedad en la que vivimo, todos pensamos que las cosas tardan poco en hacerse, que no llevan esfuerzos y preferimos estar delante de una pantalla, de una consola que hacer lo que hay que hacer. ¿Y cuánto tiempo estamos pensando en lo que haremos y en lo que hicimos? El pasado se ha ido, no va a volver pero nos seguimos lamentando por lo que hicimos o dejamos de hacer y el futuro es inmediato. No podemos hablar de futuro porque el instante siguiente ya es futuro y porque lo que hagamos, pensemos y creamos ahora hará que exista un futuro u otro. Quién me iba a decir a mí que iba a acabar donde estoy, haciendo lo que hago, este presente que ahora vivo se ha ido haciendo poco a poco, con lo que he ido haciendo, nada más. Creo que tendríamos que empezar a valorar el tiempo, no porque no vuelva sino porque lo que vayamos haciendo con él va a definir lo que somos. Tampoco digo que esté mal que tengas que hacer un trabajo y no lo estés haciendo, solo digo que puedes hacer con tu tiempo lo que quieras, puedes ver la televisión, estudiar, salir a la calle, emborracharte o escribir cartas de amor. El tiempo es tuyo, nadie puede decirte que hacer con él, así que no sé a que estás esperando, haz lo que quieras con él.

1 comentario:

  1. Me gustó mucho esa entrada en su día. Me preguntaba si la evaluación de psicología estaría entre una de esas cosas por cumplir que nos vinculaba irremediablemente al sofá... :)

    Un sugerencia en relación a lo que planteabas: http://psicodesarrollob1314.blogspot.nl/2014/01/how-are-you.html

    Un saludo.

    Gloria.

    ResponderEliminar